En ecocivitas reconocemos claramente la vital relevancia que las nuevas generaciones tienen en el impulso de la sostenibilidad. Casi la mitad de la población humana mundial tiene menos de 25 años de edad y la genuina adopción de un modelo sostenible de desarrollo es imprescindible para garantizarle un futuro con adecuada estabilidad económica, social y ecológica.
Estamos firmemente convencidos de que la energía, creatividad, candor y entusiasmo de los jóvenes constituyen factores invaluables para el fomento de la sostenibilidad y es por eso que desarrollamos todas nuestras actividades basándonos en metodologías que permiten la correcta formación, participación y activación de ciudadanos de todas las edades, incluyendo por supuesto a los más jóvenes.
Para aumentar el interés de los ciudadanos más jóvenes y facilitar su aprendizaje sobre sostenibilidad hemos creado y adoptado a Gaia, la guacamaya como nuestra mascota, a quien incorporamos en el material educativo dirigido a ellos.
Gaia, la guacamaya
¿Por qué una guacamaya?La guacamaya azul y amarillo (Ara ararauna) es una especie de ave de las familias de los loros oriunda de Sudamérica. El hábitat natural de estas guacamayas está conformado por las selvas húmedas tropicales típicas de la Amazonia. Sin embargo, hoy en día es común verlas volar en bandadas por los cielos de la ciudad de Caracas, Venezuela, donde acostumbran visitar los balcones y terrazas de los ciudadanos locales en busca de alimentos.
Esta singular situación nos resulta interesante por varios motivos. Primero, se piensa que la presencia de las guacamayas en Caracas, a cientos de kilómetros de su entorno natural, comenzó cuando algunos ejemplares que se encontraban en cautiverio, siendo víctimas del tráfico y comercio ilegal, lograron escapar o fueron liberadas en los alrededores de la capital venezolana. Al haber estado cautiverio, estas aves se acostumbraron a tener contacto con los humanos y aprendieron a compartir con ellos, lo que ha sido esencial para propiciar las actuales interacciones entre las guacamayas libres y las personas que las alimentan mientras disfrutan de su belleza. Así el lamentable origen de esta situación produjo las condiciones que posibilitan la actual relación simbiótica.
Dicha simbiosis se sostiene bajo un delicado equilibrio que de perturbarse podría traer consecuencias nefastas para las guacamayas caraqueñas. La necesidad de que todos los ciudadanos actúen a favor de este equilibrio es otro de los aspectos que apreciamos de esta maravillosa situación.
La alegría y esperanza que las guacamayas brindan a los ciudadanos de Caracas, son las principales razones para elegir una de estas aves como nuestra mascota. Además, las guacamayas son animales muy sociables e inteligentes y su capacidad de imitar el habla de los seres humanos, las hacen figuras ideales para transmitir información sobre sostenibilidad.